Públic

 

Tengo el ego herido por ver cómo el injusto se cree justo,

por tener que callar mientras el que miente se autoproclama verdadero,

por escuchar las burlas de los perversos y silenciarme,

porque según algunos, el callado vence.

 

Tengo el ego herido, por continuamente pedir perdón para evitar discusiones,

por ver cómo el perverso se justifica y los que conocen la verdad se callan,

porque tienen miedo de su opresor.

Mi ego está herido por la injusticia que reina en el silencio,

por las palabras no dichas que queman en mi garganta,

por la impotencia de saber y no poder gritarlo al mundo,

por la máscara de cortesía que me obliga a sonreír.

Mi corazón clama por justicia en un mundo sordo,

donde el valiente es obligado a agachar la cabeza,

donde la verdad es encarcelada por el miedo,

y la dignidad se convierte en moneda de cambio.

Tengo el ego herido y el alma en llamas,

pero en mi interior arde una llama de esperanza,

una fe inquebrantable en que la verdad prevalecerá,

y la voz de los justos se alzará sobre el ruido de la mentira.

Porque aunque hoy mi ego esté herido,

sé que mañana la justicia hablará,

y el silencio cómplice se romperá

ante la fuerza de la verdad liberada.

Robson Marins De Abreu